13 febrero 2010

Haciendo amigos - San Valentín II: ¿Que hostias de negocio...?

Ya ha quedado claro que San Valentín NO es un día remarcable de verdad, así pues, es una "festividad" artificial. ¿Con que objetivo? Fijo que os lo sabéis: El consumismo.


¡Porque no hay nada que acabe gustando más que recibir un regalo!. Y como hacer algo artesanal requiere habilidad, tiempo y la suerte necesaria para que no se tache el regado de cutre o digno de un tacaño, la gente se declina por comprar algo. ¿Qué "algo", si puede saberse? ¡Pues cosas románticas, por supuesto! Cojines con forma de corazón (que jamás quedarán bien en el salón), caja de bombones (alargando hasta febrero las cartucheras creadas en Navidad), rosas (plantas mutiladas, con púas, que acabarán muriendo marchitadas) y cosas de esa índole (con romanticismo también cuestionable).


Cactus del amor
"Si no te crees que te quiero, compruebame el ciruelo"



Entonces, ¿el amor no puede mejorarse ni demostrarse con objetos materiales? La teoría y la lógica dictaminan un rotundísimo NO. La práctica, lanza con violencia y sin piedad un más que contundente y enorme sobre la cabeza del NO anterior, dejandolo como algo inexistente.

Vivimos en un mundo en que la ostentación y la apariencia lo son prácticamente todo. Aunque exista mucha gente alejada de dichos valores, el grueso del mundo es incapaz de ello. Ven necesario recordar a la pareja, en un día aleatorio marcado por "quién sabe que genio comercial" comprar algo, y si está dentro de la lista prefijada de "objetos románticos" creada por dicho señor, ¡mejor que mejor!


División por 0
El fin del mundo sólo por amor. ¡Eso sí es un regalo insuperable! <3



Muchos dirán que esta es una fecha comercial, y así es. Muchos protestarán precisamente por lo comercial que es, y razón tendrán. Sin embargo... seguro que muchos de los que conocen esta información, acaban cayendo y comprando o pidiendo que se compre algo. ¿Por qué? Simple... muchas mujeres acabaran dejando un reguero por el suelo, cual caracol, si su pareja le regala alguna pollada de estas; y muchos hombres que son unos patanes camuflaran su ineptitud o incluso limitado aprecio real de su pareja, gastandose los dineros con una pollada de estas.
Vamos, que se aprovechan, consciente o inconscientemente, del consumismo ya dictado por otros.

Dado el gran despliegue de medios publicitarios y comerciales, queda más que probado que son muchisimos los que acaban comprando cosas para regalar este día. ¿Cuantos de los responsables de que esta fecha siga existiendo, se plantean que es una estafa? Está claro que todos no (hay "ijjjnorantes" por doquier), pero sí que hay un buen número de ellos. ¡Que maravilla de gente! ¡Gracias por mantener este mundo como un lugar tan maravilloso, manteniendo vivas tradiciones tan valiosas, pese a que sabeis que no deberia ser así!


Amor clon
SPOILER: Es mentira que la amen. Sólo quieren succionarle frenéticamente los pezones y hacerle guarreridas con el sable láser




Conclusión final: La estafa de San Valentín la mantienen viva listillos, borregos y empanaos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

San valentin es un dia precioso, lleno de amor y donde la gente se demuestra su cariño con regalos. Lo que pasa es que gente malvada como tu no la comprende! antisistema!! deberias aprender de mi que amo profundamente este dia y soy un chico sano *le da un trago largo a su bote de barniz*